El proyecto de soterramiento de las vías del tren a su paso por la localidad de Sant Feliu de Llobregat no prevé la conservación de la estación. La plataforma Salvem l’Estació del Tren propone la reconstrucción del edificio original de 1854
Una ruta histórica organizada por Salvem la Estación del tren en Sant Feliu
de Llogregat el pasado mes de enero
El 4 de noviembre de 2019, el Consejo de Administración de ADIF, la empresa estatal encargada de la gestión de la red ferroviaria, aprobó la adjudicación de las obras del proyecto que prevé el soterramiento de las vías del ferrocarril en Sant Feliu de Llobregat. El plan, sin embargo, también conlleva el derribo de la estación, un edificio original de 1854. Según se puede leer en el proyecto, publicado por la Autoridad Metropolitana de Barcelona (AMB) en su web, "el soterramiento de las vías de tren en Sant Feliu permitirá unir los diferentes barrios de la ciudad y liberará un espacio que acogerá un nuevo eje viario troncal y la línea T-3 del Trambaix. También permitirá mejorar la seguridad de los pasos a nivel existentes y liberar el espacio ocupado por las vías, además de incrementar las frecuencias de paso de los trenes por el municipio ".
En el documento no se contempla, sin embargo, el impacto negativo que el plan de soterramiento de las vías tendrá sobre la actual estación. Ante la posible desaparición de un elemento del patrimonio santfeliuense y de la historia del ferrocarril catalán, la plataforma cívica Salvem la Estación del Tren, creada en 2010 para evitar el derribo previsto en el proyecto de presentado por el Ayuntamiento el mismo año, propone la construcción de una réplica del edificio, catalogado como Bien del Patrimonio Arquitectónico, una vez hayan siso soterradas las vías del tren.
Inaugurado en 1854, el edificio fue diseñado según los parámetros de las estaciones inglesas de la época, al igual que las de Cornellà de Llobregat y Molins de Rei, las tres de la misma línea que enlazaba Barcelona con Martorell, y que la tercera en marcha en el territorio catalán tras las que conectaron la capital con Mataró, 1848 (el primer enlace ferroviario de la península Ibérica) y con Granollers, también de 1854.
Jaume Solé, vecino de Sant Feliu y uno de los promotores de la plataforma, recuerda que hace diez años, el colectivo pidió al Ayuntamiento reconsiderar el derribo de la estación y solicitar a Adif un estudio para valorar alternativas que, soterradas las vías del tren, permitiesen mantener el edificio. "La plataforma siempre ha apoyado el soterramiento, aunque considera que existen otras opciones que permitirían conservar la estación", insiste Solé, que denuncia que detrás del proyecto original había un plan urbanístico con bloques de hasta diez plantas y que no contemplaba la conservación de la estación, que parecía "molestar o no tener valor para los representantes municipales". "La realidad es que por motivos económicos y otros intereses se permite dañar el patrimonio, hasta el punto de imposibilitar su recuperación, y entonces se alegan motivos de seguridad", concluye Solé.
"Un elemento de valor excepcional del patrimonio ferroviario catalán"
En 2011, la Comisión Cívica de Patrimonio del Baix Llobregat emitió un dictamen en el que se reconocía la estación como "un elemento de valor excepcional del patrimonio ferroviario catalán y de la Península Ibérica que testimonia, junto con las estaciones de Cornellà y Molins de Rei, las primeras actuaciones en este medio de transporte y que, a lo largo de los últimos 150 años, ha sido el referente de la movilidad local más potente ". La comisión añadía que deberían agotarse todas las posibilidades técnicas que permitieran la conservación del edificio.
Solé, por su parte, añade que "todas las entidades y profesionales con los que estamos en contacto nos han asegurado que el edificio posee un valor patrimonial incuestionable", incluso "documentado e inventariado por la Generalitat de Catalunya y por la Diputación de Barcelona ". En 2011 el propio Ayuntamiento de Sant Feliu, dirigido por Iniciativa por Cataluña, se comprometía a pedir un estudio de alternativas que contemplara respetar el edificio; sin embargo, en 2019 y bajo el mismo color político, ha sido aprobada la adjudicación de las obras del proyecto.
El movimiento vecinal santfeliuense tiene como modelo la experiencia de la estación de Terrassa, edificio
inaugurado en 1899 y que fue conservado después del soterramiento de las vías, en 1994
Además de presentar una moción en el consistorio santfeliuense, las entidades y vecinas a título individual adheridas al manifiesto publicado por la Plataforma, han organizado diversos actos reivindicativos, como una ruta fotográfica que el 18 de enero de 2020 reunió a medio centenar de personas, algunas de ellas procedentes de Terrassa, Cornellà de Llobregat y Molins de Rei, donde se encuentran tres estaciones de la misma época que han sobrevivido a la modernidad. Durante el paseo por el interior y exterior de la estación y por las calles colindantes, incluidas en el marco de la ruta modernista de Sant Feliu, las personas y entidades participantes insistieron en la necesidad de preservar el edificio de la estación del ferrocarril "porque forma parte del patrimonio ferroviario de Catalunya ", según se puede leer en el primer punto del manifiesto publicado por la Plataforma en enero de 2019.
En este documento, también se valora la importancia del edificio como elemento fundamental de la Memoria de la localidad del Baix Llobregat, así como de la línea de ferrocarril, ya que "es un testigo mudo de la transformación que a mediados del siglo XIX experimentó la ciudad de Sant Feliu". Además, para los miembros de la Plataforma, la estación forma parte de la memoria colectiva, como "un espacio de referencia de la ciudad como eje dinamizador de la vida social y símbolo de arraigo y sentimiento de pertenencia a la ciudad que además da nombre a la plaza donde se ubica ", según concluye el manifiesto.
El precedente terrasense
Además del precedente de Cornellà, la ciudadanía de Sant Feliu tiene como modelo la estación de Terrassa, edificio inaugurado en 1899 y que fue conservado después del soterramiento de las vías, en 1994. Actualmente, hace las funciones de vestíbulo situado en la parte superior, a pie de calle y elevado unos metros sobre las vías del tren. Eduard Martínez, vocal de actividades del Club Ferroviario de Terrassa-Asociación egarense de Amigos del Ferrocarril, entidad creada en 1982, explica que en Terrassa las diferentes administraciones ya contemplaban desde el comienzo la conservación del edificio de la estación: "el proyecto de soterramiento de Renfe tenía prevista la integración del antiguo edificio en la estación soterrada, como vestíbulo elevado". A pesar de ello, critica Martínez, "la estación de Terrassa fue declarada Bien Cultural de Interés Local el 31 de octubre de 2003, casi diez años después del proceso de soterramiento de las vías".
Desde la plataforma santfeliuense se reclama la deconstrucción y posterior reconstrucción del edificio histórico de la estación del ferrocarril con metodología arqueológica, de forma que permita un elevado nivel de recuperación y reaprovechamiento de los elementos constructivos, ornamentales y simbólicos que puedan salvaguardar. Asimismo, solicita que el edificio reconstruido se incluya como pieza central de un memorial a las víctimas y familiares de los accidentes, y que además represente un elemento de recuerdo del movimiento social y la lucha ciudadana que durante 40 años ha pedido el soterramiento de las vías. En último lugar, se solicita que una vez reconstruida la réplica histórica del edificio, sea destinado como entrada de la nueva estación soterrada, como se ha hecho en Terrassa, o que se le dé un uso público para la ciudadanía.
Roger Jiménez
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Una ruta histórica organizada por Salvem la Estación del tren en Sant Feliu
de Llogregat el pasado mes de enero
El 4 de noviembre de 2019, el Consejo de Administración de ADIF, la empresa estatal encargada de la gestión de la red ferroviaria, aprobó la adjudicación de las obras del proyecto que prevé el soterramiento de las vías del ferrocarril en Sant Feliu de Llobregat. El plan, sin embargo, también conlleva el derribo de la estación, un edificio original de 1854. Según se puede leer en el proyecto, publicado por la Autoridad Metropolitana de Barcelona (AMB) en su web, "el soterramiento de las vías de tren en Sant Feliu permitirá unir los diferentes barrios de la ciudad y liberará un espacio que acogerá un nuevo eje viario troncal y la línea T-3 del Trambaix. También permitirá mejorar la seguridad de los pasos a nivel existentes y liberar el espacio ocupado por las vías, además de incrementar las frecuencias de paso de los trenes por el municipio ".
En el documento no se contempla, sin embargo, el impacto negativo que el plan de soterramiento de las vías tendrá sobre la actual estación. Ante la posible desaparición de un elemento del patrimonio santfeliuense y de la historia del ferrocarril catalán, la plataforma cívica Salvem la Estación del Tren, creada en 2010 para evitar el derribo previsto en el proyecto de presentado por el Ayuntamiento el mismo año, propone la construcción de una réplica del edificio, catalogado como Bien del Patrimonio Arquitectónico, una vez hayan siso soterradas las vías del tren.
Inaugurado en 1854, el edificio fue diseñado según los parámetros de las estaciones inglesas de la época, al igual que las de Cornellà de Llobregat y Molins de Rei, las tres de la misma línea que enlazaba Barcelona con Martorell, y que la tercera en marcha en el territorio catalán tras las que conectaron la capital con Mataró, 1848 (el primer enlace ferroviario de la península Ibérica) y con Granollers, también de 1854.
Inaugurado en 1854, el edificio fue diseñado según los parámetros de las estaciones inglesas de la época, como las de Cornellà de Llobregat y Molins de Rei, las tres de la misma línea que enlazaba Barcelona con MartorellEn abril de 2010, el Ayuntamiento de Sant Feliu presentó un proyecto de soterramiento de las vías, en el que se contemplaba el derribo de la estación, aunque no salió adelante por falta de presupuesto municipal. Ante este hecho, la respuesta ciudadana se organizó mediante la plataforma Salvem l’Estació del Tren, que obtuvo el soporte y la adhesión de más de 60 entidades. La campaña contó con el apoyo de 1.500 personas para preservar el edificio de la estación.
Jaume Solé, vecino de Sant Feliu y uno de los promotores de la plataforma, recuerda que hace diez años, el colectivo pidió al Ayuntamiento reconsiderar el derribo de la estación y solicitar a Adif un estudio para valorar alternativas que, soterradas las vías del tren, permitiesen mantener el edificio. "La plataforma siempre ha apoyado el soterramiento, aunque considera que existen otras opciones que permitirían conservar la estación", insiste Solé, que denuncia que detrás del proyecto original había un plan urbanístico con bloques de hasta diez plantas y que no contemplaba la conservación de la estación, que parecía "molestar o no tener valor para los representantes municipales". "La realidad es que por motivos económicos y otros intereses se permite dañar el patrimonio, hasta el punto de imposibilitar su recuperación, y entonces se alegan motivos de seguridad", concluye Solé.
"Un elemento de valor excepcional del patrimonio ferroviario catalán"
En 2011, la Comisión Cívica de Patrimonio del Baix Llobregat emitió un dictamen en el que se reconocía la estación como "un elemento de valor excepcional del patrimonio ferroviario catalán y de la Península Ibérica que testimonia, junto con las estaciones de Cornellà y Molins de Rei, las primeras actuaciones en este medio de transporte y que, a lo largo de los últimos 150 años, ha sido el referente de la movilidad local más potente ". La comisión añadía que deberían agotarse todas las posibilidades técnicas que permitieran la conservación del edificio.
Solé, por su parte, añade que "todas las entidades y profesionales con los que estamos en contacto nos han asegurado que el edificio posee un valor patrimonial incuestionable", incluso "documentado e inventariado por la Generalitat de Catalunya y por la Diputación de Barcelona ". En 2011 el propio Ayuntamiento de Sant Feliu, dirigido por Iniciativa por Cataluña, se comprometía a pedir un estudio de alternativas que contemplara respetar el edificio; sin embargo, en 2019 y bajo el mismo color político, ha sido aprobada la adjudicación de las obras del proyecto.
El movimiento vecinal santfeliuense tiene como modelo la experiencia de la estación de Terrassa, edificio
inaugurado en 1899 y que fue conservado después del soterramiento de las vías, en 1994
Además de presentar una moción en el consistorio santfeliuense, las entidades y vecinas a título individual adheridas al manifiesto publicado por la Plataforma, han organizado diversos actos reivindicativos, como una ruta fotográfica que el 18 de enero de 2020 reunió a medio centenar de personas, algunas de ellas procedentes de Terrassa, Cornellà de Llobregat y Molins de Rei, donde se encuentran tres estaciones de la misma época que han sobrevivido a la modernidad. Durante el paseo por el interior y exterior de la estación y por las calles colindantes, incluidas en el marco de la ruta modernista de Sant Feliu, las personas y entidades participantes insistieron en la necesidad de preservar el edificio de la estación del ferrocarril "porque forma parte del patrimonio ferroviario de Catalunya ", según se puede leer en el primer punto del manifiesto publicado por la Plataforma en enero de 2019.
En este documento, también se valora la importancia del edificio como elemento fundamental de la Memoria de la localidad del Baix Llobregat, así como de la línea de ferrocarril, ya que "es un testigo mudo de la transformación que a mediados del siglo XIX experimentó la ciudad de Sant Feliu". Además, para los miembros de la Plataforma, la estación forma parte de la memoria colectiva, como "un espacio de referencia de la ciudad como eje dinamizador de la vida social y símbolo de arraigo y sentimiento de pertenencia a la ciudad que además da nombre a la plaza donde se ubica ", según concluye el manifiesto.
«Por motivos económicos y otros intereses se deja deteriorar el patrimonio, hasta que no se puede recuperar y entonces se alegan motivos de seguridad», concluye Jaume Solé, de la plataforma Salvem el trenUna de las entidades adheridas al manifiesto es L'Avenç de Cornellà, asociación creada en 1994 para la defensa del patrimonio arquitectónico, histórico y cultural de Cornellà de Llobregat, donde se incluye el edificio de la estación de Cornellà Centre, incluido en el Plan Especial de Protección del Patrimonio Histórico, Artístico y Arquitectónico de Cornellà aprobado en 1986 y revisado en 1998. Un hecho capital para el presidente de la asociación, Carlos Freixas, hace hincapié en el hecho que "tener la estación de Cornellà incluida en el catálogo municipal”, lo cual nos ha fortalecido como entidad que defiende el patrimonio de nuestra ciudad. Freixas, como representante de la asociación defiende la conservación o, en su defecto, la reconstrucción de la estación de Sant Feliu manifiesta su opinión a través de estas palabras: "pensamos que el valor histórico de la estación de Sant Feliu es clave y que con los medios técnicos y económicos actuales se debe hacer el máximo para evitar que se destruya una pieza tan significativa del patrimonio ferroviario".
El precedente terrasense
Además del precedente de Cornellà, la ciudadanía de Sant Feliu tiene como modelo la estación de Terrassa, edificio inaugurado en 1899 y que fue conservado después del soterramiento de las vías, en 1994. Actualmente, hace las funciones de vestíbulo situado en la parte superior, a pie de calle y elevado unos metros sobre las vías del tren. Eduard Martínez, vocal de actividades del Club Ferroviario de Terrassa-Asociación egarense de Amigos del Ferrocarril, entidad creada en 1982, explica que en Terrassa las diferentes administraciones ya contemplaban desde el comienzo la conservación del edificio de la estación: "el proyecto de soterramiento de Renfe tenía prevista la integración del antiguo edificio en la estación soterrada, como vestíbulo elevado". A pesar de ello, critica Martínez, "la estación de Terrassa fue declarada Bien Cultural de Interés Local el 31 de octubre de 2003, casi diez años después del proceso de soterramiento de las vías".
Desde la plataforma santfeliuense se reclama la deconstrucción y posterior reconstrucción del edificio histórico de la estación del ferrocarril con metodología arqueológica, de forma que permita un elevado nivel de recuperación y reaprovechamiento de los elementos constructivos, ornamentales y simbólicos que puedan salvaguardar. Asimismo, solicita que el edificio reconstruido se incluya como pieza central de un memorial a las víctimas y familiares de los accidentes, y que además represente un elemento de recuerdo del movimiento social y la lucha ciudadana que durante 40 años ha pedido el soterramiento de las vías. En último lugar, se solicita que una vez reconstruida la réplica histórica del edificio, sea destinado como entrada de la nueva estación soterrada, como se ha hecho en Terrassa, o que se le dé un uso público para la ciudadanía.
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