Vecinos y ayuntamientos de las ciudades de Sant Feliu, Montcada i Reixac y L’Hospitalet de Llobregat, próximas a la capital catalana, aguardan desde hace años la desaparición del tren en superficie. La materialización de esta larga reivindicación se ha demorado y los hay que se consideran engañados.
Las obras están adjudicadas desde hace casi un año, pero aún no hay fecha de inicio.- Xavi Ariza
Jordi Bes
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Cuando se rebasan los límites de Barcelona ciudad, lo común es ver inmensas playas de vías de tren de las líneas de Cercanías que se despliegan en superficie atravesando los centros urbanos de las ciudades limítrofes. Así ocurre en Montcada i Reixac, L’Hospitalet de Llobregat y Sant Feliu de Llobregat. En estos tres municipios hace años que se pide soterrar el ferrocarril, bien sea para evitar más víctimas entre quienes cruzan las vías por donde circulan trenes continuamente o para terminar con las barreras entre barrios.
Las obras empezarán pronto en Sant Feliu, sin preservar la antigua estación
El proyecto más avanzado para soterrar el tren es el de Sant Feliu de Llobregat –las líneas R1, que no circula provisionalmente a su paso por la población, y R4–. Las obras están adjudicadas desde hace casi un año, pero aún no hay fecha de inicio. "Nosotros deseamos que sea antes de finales de año", dice la alcaldesa, Lídia Muñoz, pero admite que es muy probable que no se inicien hasta principios de 2021 por los trámites pendientes. Adif le ha trasladado que la covid ha afectado a las inversiones de Fomento, pero garantiza que la obra "no peligra" porque está adjudicada. El proyecto se retomó en 2018 con el gobierno central del PP, tras décadas de reivindicaciones y de una primera intentona en 2010 que no prosperó por la crisis.
Para Muñoz, esta actuación es "como los Juegos Olímpicos de Sant Feliu". Por la transformación urbana que representa y "por todo lo que las vías del tren arrastran desde hace mucho tiempo": en los últimos 30 años han fallecido 29 personas, la última en mayo. Con las obras, que una vez empezadas durarán cerca de cuatro años, se actuará sobre unos tres kilómetros entre la calle Agricultura y la Ciutat Esportiva Joan Gamper del Barça en Sant Joan Despí, pero la parte soterrada será solo la mitad que discurre por el centro urbano.
La adjudicación se hizo por unos 62 millones a Acciona Construcción, si bien a este importe habrá que añadirle el coste de la nueva estación. El Consistorio estima que se liberarán unos 260.000 m2 de suelo, la mayoría de propiedad municipal, y ha desarrollado un proceso con participación ciudadana para definir los usos de zona verde, equipamientos y vivienda.
Demoler el edificio de 1854
Los últimos días se ha ratificado, para disgusto de las entidades que velan por el patrimonio ferroviario, que el proyecto supondrá eliminar la actual estación, inaugurada en 1854 y que es una de las tres más antiguas de España en funcionamiento. Acabar con ella sería "un crimen", según Jaume Solé, de la plataforma ciudadana Salvem l’Estació, que apoya el soterramiento, pero que exige preservar la estación.
"La historia y el patrimonio no se guardan a trocitos", defiende la plataforma ante la decisión del Consistorio de limitarse a documentar y estudiar con Patrimonio del Ayuntamiento de Barcelona, Adif y la dirección de la obra qué elementos de interés se pueden conservar con un "desmantelamiento controlado", para que puedan exhibirse en la nueva estación, detalla la alcaldesa, quien añade que no descartan "la posibilidad de una reconstrucción futura" de la histórica. Pero sería un edificio nuevo, ya que el de ahora está hecho de ladrillo y "no se puede trasladar", asegura.
Las obras están adjudicadas desde hace casi un año, pero aún no hay fecha de inicio.- Xavi Ariza
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Cuando se rebasan los límites de Barcelona ciudad, lo común es ver inmensas playas de vías de tren de las líneas de Cercanías que se despliegan en superficie atravesando los centros urbanos de las ciudades limítrofes. Así ocurre en Montcada i Reixac, L’Hospitalet de Llobregat y Sant Feliu de Llobregat. En estos tres municipios hace años que se pide soterrar el ferrocarril, bien sea para evitar más víctimas entre quienes cruzan las vías por donde circulan trenes continuamente o para terminar con las barreras entre barrios.
Las obras empezarán pronto en Sant Feliu, sin preservar la antigua estaciónAguardan el día en el que puedan ver cómo empiezan las obras, pero hay quien ha visto colmada su paciencia tras años de promesas incumplidas y ya no se creen al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), que depende del Ministerio de Fomento, y que no ha dado respuesta a las preguntas de Público para este artículo. Por ahora la gran obra ferroviaria en ejecución es la estación de la Sagrera de Barcelona y el cubrimiento hasta la vecina estación de Sant Andreu. El próximo hito de este proyecto sucederá en pocas semanas, cuando los trenes de la línea R1 hacia el Maresme ya circulen sin detenerse por debajo de la futura estación, cuya fecha de finalización es, sin embargo, una incógnita.
Las obras empezarán pronto en Sant Feliu, sin preservar la antigua estación
El proyecto más avanzado para soterrar el tren es el de Sant Feliu de Llobregat –las líneas R1, que no circula provisionalmente a su paso por la población, y R4–. Las obras están adjudicadas desde hace casi un año, pero aún no hay fecha de inicio. "Nosotros deseamos que sea antes de finales de año", dice la alcaldesa, Lídia Muñoz, pero admite que es muy probable que no se inicien hasta principios de 2021 por los trámites pendientes. Adif le ha trasladado que la covid ha afectado a las inversiones de Fomento, pero garantiza que la obra "no peligra" porque está adjudicada. El proyecto se retomó en 2018 con el gobierno central del PP, tras décadas de reivindicaciones y de una primera intentona en 2010 que no prosperó por la crisis.
Para Muñoz, esta actuación es "como los Juegos Olímpicos de Sant Feliu". Por la transformación urbana que representa y "por todo lo que las vías del tren arrastran desde hace mucho tiempo": en los últimos 30 años han fallecido 29 personas, la última en mayo. Con las obras, que una vez empezadas durarán cerca de cuatro años, se actuará sobre unos tres kilómetros entre la calle Agricultura y la Ciutat Esportiva Joan Gamper del Barça en Sant Joan Despí, pero la parte soterrada será solo la mitad que discurre por el centro urbano.
La adjudicación se hizo por unos 62 millones a Acciona Construcción, si bien a este importe habrá que añadirle el coste de la nueva estación. El Consistorio estima que se liberarán unos 260.000 m2 de suelo, la mayoría de propiedad municipal, y ha desarrollado un proceso con participación ciudadana para definir los usos de zona verde, equipamientos y vivienda.
Demoler el edificio de 1854
Los últimos días se ha ratificado, para disgusto de las entidades que velan por el patrimonio ferroviario, que el proyecto supondrá eliminar la actual estación, inaugurada en 1854 y que es una de las tres más antiguas de España en funcionamiento. Acabar con ella sería "un crimen", según Jaume Solé, de la plataforma ciudadana Salvem l’Estació, que apoya el soterramiento, pero que exige preservar la estación.
"La historia y el patrimonio no se guardan a trocitos", defiende la plataforma ante la decisión del Consistorio de limitarse a documentar y estudiar con Patrimonio del Ayuntamiento de Barcelona, Adif y la dirección de la obra qué elementos de interés se pueden conservar con un "desmantelamiento controlado", para que puedan exhibirse en la nueva estación, detalla la alcaldesa, quien añade que no descartan "la posibilidad de una reconstrucción futura" de la histórica. Pero sería un edificio nuevo, ya que el de ahora está hecho de ladrillo y "no se puede trasladar", asegura.
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